martes, 10 de septiembre de 2013

Existe


Su piel era toda azul,
su cabello, pelirrojo,
y sus ojos eran negros 
como negro fue mi enojo.

Como negra fue mi pena
de saber que estaba solo,
y mi soledad extrema
que sólo ella consoló.

Y sólo ella, con su voz,
un canto fino y tranquilo:
más tranquilo estaba yo,
que me encontraba dormido.

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